Hoy me encontré con este texto en un post viejo del facebook del museo Xul Solar.
Xul ideó en 1936 una obra que la tituló “V.V.” o “Vuelvilla”, una ciudad que vuela. Y para que esto suceda, Xul pensó que el modo mejor y más barato de viajar era por aire, sin gasto de combustible, será siempre el de hacerse llevar por el viento en globo. Esto ya dice lo principal que debe ser para V.V. un buen servicio meteorológico, que prefije itinerarios según los vientos a favor; que aproveche las calmas para estacionarse en cualquier lugar conveniente, sobre o cerca de ciudades populosas, y que soslaye o evite mucha lluvia, fuertes vientos, granizo, tormentas, etc., subiendo a motor o a lastre perdido por encima de tales, hasta varios miles de metros, con hélices de inclinación variable.
Xul Solar aportó para el medio ambiente, un proyecto en boceto, de una ciudad digámosla villa, que cualquier día podría presentarse sobre el horizonte, asomarse por entre las nubes, aparecer en cualquier lugar del aire donde no había nada el día antes, es decir una villa que flote, derive o navegue por los aires, una villa volante, una Vuelvilla, que por brevedad llamemos V.V.